En la actualidad, la medicina reproductiva ha logrado avances que hace apenas unas décadas parecían imposibles. Entre ellos, surge una de las preguntas más frecuentes: ¿realmente se puede elegir el sexo de un bebé antes de su nacimiento? En Alfa Vita te compartimos la información científica y ética detrás de este tema que genera tanta curiosidad.
¿Cómo se determina el sexo de forma natural?
El sexo del bebé se define en el momento de la concepción, cuando el espermatozoide (que puede portar un cromosoma X o Y) fecunda al óvulo (que siempre aporta un cromosoma X). Si el resultado es XX, será niña; si es XY, será niño. De manera natural, este proceso es completamente aleatorio.
Avances que lo hacen posible
Gracias a técnicas de reproducción asistida, hoy en día es posible identificar y seleccionar el sexo embrionario en casos muy específicos. Entre las más conocidas se encuentran:
Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP): Permite estudiar los embriones durante la fecundación in vitro, identificando su sexo antes de la implantación.
Métodos de separación de espermatozoides (como MicroSort): Clasifican los espermatozoides según su carga genética, aumentando la probabilidad de concebir un sexo en particular.
Ética y regulación
Aunque la tecnología existe, su aplicación suele estar regulada. En muchos países solo se autoriza la selección de sexo por motivos médicos, como la prevención de enfermedades hereditarias ligadas a un sexo específico. En Alfa Vita promovemos un enfoque ético, responsable y centrado en la salud integral de la familia.
Más allá de la elección: lo que realmente importa
La posibilidad de elegir el sexo de un bebé no debe dejar de lado lo esencial: el bienestar, la salud y el amor con el que se recibe a cada nueva vida. Más allá de los avances científicos, cada embarazo es único y especial.